Un perfume inspirado en la imagen de un cuadro al óleo con el mismo nombre. Una fragancia que fusiona la magia del oud cambodiano con la acidez de la cereza tierna; el aroma de una princesa que ha escapado de sus raptores y vuela cual mariposa de retorno hacia la libertad. ¿Cómo crear una fragancia de oud fresca, delicada y robusta a la vez y que vuele en el viento con alegría y éxito hacia el libre albedrio? La mariposa comienza su vuelo con notas de cereza tierna acidificadas con una excepcional lima natural, azahar y decorada con trazas de Jazmín. Desde los primeros aleteos se siente la presencia de un oud de cambodia de 5 años de envejecimiento que, sin embargo, no agrede ni añade un peso innecesario a la sinfonía en sí, sino que simplemente le aporta profundidad y robustez. Las notas de cuerpo de la composición son un buen deleite para los amantes del sándalo y la propia madera de oud, que combinan muy bien con palo rosa y rosa para aportar seducción a la fragancia. Mucho almizcle, de excelente calidad con ámbar y vainilla empujan el resto de la mezcla y ayudan a mantener todo el tiempo viva y vigorosa la pieza en sí. La composición se percibe ácida, amaderada, polvorienta, como un libro antiguo que alguien ha dejado en una vieja mesa de madera, con una rosa seca de marcador y cerezas sobre la superficie; o quizás como una chica tímida que un día te encuentras en un lugar cualquiera, el menos esperado, y logras reconocer que es la princesa del reino que ha escapado hacia la libertad. Y le guardas el secreto.